Trastorno del Espectro Autista
15/06/2023
Es un grupo de trastornos del neurodesarrollo que se inician en la primera infancia, se mantienen a lo largo del tiempo y se caracterizan por la presencia de dificultades en la comunicación, la interacción, la conducta y la capacidad simbólica.
El manual de diagnóstico DSM 5 de l’APA (Amenrican Psychiatric Associatioan, 2013) engloba los siguientes diagnósticos dentro del TEA: Autismo, Síndrome de Asperger y trastorno Generalizado del Desarrollo. La clasificación de TEA distingue tres niveles de severidad según la sintomatología y la capacidad cognitiva.
Hablamos de espectro porque hay una gran variabilidad en la sintomatología, en el grado de afectación y en el momento evolutivo de cada niño. No se trata de una categoría única sino que la entendemos como un continuo que engloba casos graves y otros más leves. Las manifestaciones del TEA, por tanto, pueden ser variadas y la afectación irá en función de la capacidad intelectual y de las habilidades lingüísticas del niño. Todo y con esto, en este espectro encontramos alteraciones comunes en las siguientes áreas:
- Comunicación y lenguaje: contacto ocular intermitente, baja intención comunicativa, ausencia de señalamiento o gestos descriptivos. Alteración en la prosodia (entonación y ritmo de la voz mecánica o extraña) o presentación de ecolalias (repetición de palabras i/o frases que han escuchado anteriormente).
- Interacción social: escaso inicio y mantenimiento de la atención conjunta, juego solitario, falta de flexibilidad cognitiva, de reciprocidad y de placer compartido.
- Conducta estereotipada y repetitiva, junto con intereses restringidos.
También pueden representar alteraciones en el procesamientos de estímulos sensoriales ya sea por hipersensibilidad (molestia delante de ruidos fuertes, sabores, texturas, etc.) o bien por intereses inusuales (búsqueda sensorial con texturas o olores, fijaciones visuales, etc.)
Una vez recibido el diagnóstico de vuestro hijo, posiblemente os preguntareis si podrá seguir una escolarización ordinaria, si desarrollará un lenguaje expresivo adecuado o bien si las capacidades cognitivas le permitirán ser autónomo. El TEA es un trastorno crónico con un pronóstico variable en función del grado de severidad y es difícil de predecir su evolución.
La experiencia nos dice que hay factores que nos hacen pensar en un pronóstico más favorable:
- Diagnóstico e intervención precoz
- Desarrollo cognitivo dentro de la normalidad
- Ausencia de otros síndromes o trastornos orgánicos
- Lenguaje expresivo
- Soporte del entorno familiar y educativo
Las causas del TEA no se pueden determinar con exactitud y actualmente las investigaciones indican que son multifactoriales. Se conocen algunos factores que pueden aumentar el riesgo:
- Antecedentes familiares de TEA
- Alteraciones genéticas o síndromes asociados
- Complicaciones durante el embarazo o parto prematuro extremo
- Consumo de tóxicos en la madre durante el embarazo
Recibir el diagnóstico de TEA puede generar un sentimiento de preocupación, impotencia, incertidumbre y muchas dudas respecto a la sintomatología y el pronóstico. El diagnóstico es el primer paso para identificar y reconocer las dificultades del niño para poder ajustar nuestras interacciones a sus necesidades y ayudarlo en su desarrollo.
Szatmari, P (2006) Una mente diferente: comprender a los niños con autismo y síndrome de asperger. Barcelona: Paidós.
Martos, J., Llorente, M. ( 2017) El niño que se olvidó́ de mirar: comprender y afrontar el autismo. Madrid: La esfera de los libros.
Luengo, A., Díaz, M. (2016) Lucas tiene superpoderes. Ediciones DeFábula
Kraljic, H. (2016) Joan té autisme. Madrid: Jaguar.