Mi hijo no habla

15/02/2021
Niños, Familia

Las dificultades en la adquisición y el desarrollo del lenguaje representa el motivo de consulta más frecuente en los servicios de atención precoz (0-6 años).

El retraso simple del lenguaje lo entendemos como la capacidad lingüística inferior al que sería lo esperado por la edad del niño. Estos niños tienen un vocabulario reducido, una estructuración sintáctica simple y la fonética muy reducida. El retraso no es atribuible a un déficit intelectual y esta afectación no acostumbra a mantenerse más allá de los seis o siete años.

A menudo se trata de niños entre los 2 y 4 años que aún no hablan o bien se comunican con palabra aislada o combinación de palabras, tienen poco en cuenta al otro y establecen una comunicación unilateral. Mantienen una baja escucha activa y muestran poca iniciativa o pueden ser impulsivos. Aun así, son niños que muestran interés en la relación con el otro y cuando se les acompaña pueden mejorar la atención conjunta y la comunicación.

¿Cuáles son las causes del retraso simple del lenguaje?

Las causes pueden ser variadas y multifactoriales. Las más comunes pueden ser antecedentes médicos o dificultades orgánicas (otitis de repetición, operaciones quirúrgicas –amígdalas y adenoides-), causes hereditarias, bilingüismo, falta de estimulación del lenguaje en el entorno familiar o bien una dinámica familiar poco favorecedora de la interacción y comunicación (sobreprotección, poco tiempo de juego, estrés familiar).

¿Cuál es el desarrollo del lenguaje esperado?

  • Las primeras palabras aparecen entre los 12 y 18 meses
  • Combinación de palabras o frases simples a partir de los 18 meses
  • Habla telegráfica de los 24 a los 36 meses
  • Explosión del lenguaje y ampliación del vocabulario a los 24-36 meses
  • Frases complejas a partir de los 3-4 años  (usar plurales, artículos y conjugación de verbos)

PIRÁMIDE CONSTRUCCIÓN DEL LENGUAJE

Como estimular el lenguaje

  • Fomentar ratos de juego interactivo y compartido. Juego simbólico, de turnos, narración de cuentos
  • Reducir tiempo de pantallas
  • Usar un lenguaje adaptado a su nivel de comprensión (hablar despacio, vocabulario sencillo, sin diminutivos, frases cortas)
  • Utilizar comunicación gestual para acompañar a la comunicación oral (por ejemplo, hacer el gesto de hola, adiós, bravo), cambios de tono y expresiones faciales
  • Fomentar la demanda de aquellas cosas que quieran y dar tiempos y espacio suficiente para responder
  • Partir de los intereses y motivaciones y ajustarse a sus gustos y preferencias
  • Fomentar autonomía y ajustar rutinas de crianza en el momento evolutivo (biberón, chupete, higiene, alimentación)
  • Ofrecer un modelo verbal ajustado. Evitar habla infantilizada y uso de diminutivos
  • Fomentar preguntas abiertas y dar opciones de respuesta
  • Evitar correcciones explícitas

El lenguaje se adquiere en contextos sociales a partir de la interacción con los otros. Cada niño sigue un ritmo diferente en el desarrollo del mismo. En el proceso de adquisición del habla los padres escuchan, ponen palabras a las acciones, ideas, necesidades, deseos y emociones del niño.

Si observamos algún retraso, recomendamos una valoración psicológica para ver el desarrollo global del niño y poder indicar, si es necesario, la propuesta terapéutica que se ajuste mejor a las necesidades de la familia y el niño.

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