Aprender a decir que “no”

06/04/2018
Niños

No se sabe a ciencia cierta por qué para los padres es tan difícil decir que “no”.  Supongo que decir “si” requiere mucho menos esfuerzo. Algunos padres se resisten ante los niños y continuamente complacen sus necesidades y deseos con la finalidad de proporcionarles todo, para que sean felices y satisfechos.

El decir “no” tiene que ver con la tolerancia a la frustración, es decir, no podemos tener todo lo que deseamos y tampoco podemos hacer todo lo que queramos. El ser humano implica siempre la asunción de los límites inherentes a nuestra existencia y esto es lo que hemos de enseñar a nuestros hijos.

El decir “no” conecta además con nuestra propia frustración de no poder gratificar a  nuestros hijos, de vernos con limitaciones. Pero al decir “no” también les estamos diciendo que los queremos y que tenemos cuidado de ellos.Un padre permisivo que no sabe decir que “no” a sus hijos, es cálido y amoroso pero no les da los elementos esenciales para que tengan una infancia saludable, con límites y rutinas.

Es muy importante tomar conciencia de que no se debe decir que “sí” sólo para evitar confrontaciones. Aunque parezca el camino más fácil, a la larga puede llevar a serios problemas de comportamiento en los niños.

Cómo aprender a decir que "no":

-Tener claro el objetivo: Cada vez que decimo a nuestro hijo o hija "no" es porque consideramos que es lo mejor para ellos.

-Ser firmes: No debemos tener miedo a la confrontación con el niño.

-Mantener la calma: Es importante decirle al niño “no” con firmeza y seguridad pero en ningún caso gritando o mostrándonos alterados. 

-Práctica: Aprender a decir “no” es una habilidad y como cualquier otra habilidad debemos practicar para que cada vez podamos hacerlo mejor.

Es importante ser coherentes, si hoy decimos “no” y luego decimos “sí”, ellos crecerán confundidos respecto a lo correcto, a lo que deben cumplir, lo que no deben hacer.

La tensión que causa navegar entre un “no” que luego se convierte en “sí” puede generar en los hijos: mal carácter, miedos e inseguridades. Por eso es muy importante decir “no”, claro y asertivo, amoroso pero firme, y mantenerlo, no sólo en una situación en cuestión sino en todas las situaciones similares.

Para educar de manera eficaz a nuestros hijos debemos marcar unas reglas en casa con el objetivo de cumplirlas. No hay que sentirse culpable por decir que “no”, los niños encontrarán en esta negativa el valor de las cosas e irán desarrollando la  capacidad de tolerar la frustración.

 

Equipo ATIA, psicología y psiquiatría Barcelona