Antidepresivos y efectos secundarios

19/09/2024
psiquiatria

Los antidepresivos son fármacos de uso muy extendido para abordar diferentes estados como la depresión o la ansiedad.

Los psicofármacos en general son formulaciones químicas que actúan a nivel neuronal para facilitar el incremento o disminución de neurotransmisores en los espacios que existen entre neurona y neurona, cuando trasladamos esta información a los antidepresivos, estos consiguen incrementar la cantidad de neurotransmisores en los espacios entre las neuronas de determinados puntos del cerebro relacionados con la depresión o la ansiedad. Al haber más neurotransmisores fuera de la célula, estos se unen a sus receptores en las membranas neuronales y desencadenan respuestas químicas que ayudan al sistema nervioso central a volver a normalizar su funcionamiento.

Entre los neurotransmisores más relevantes se encuentran la serotonina, la noradrenalina y la dopamina.

Los efectos secundarios de los antidepresivos pueden variar de persona a persona y no todas las personas experimentarán los mismos efectos. De hecho, no todas las personas los desarrollarán y la mayoría de las veces que aparecen son leves, suceden en los primeros días de tratamiento y luego disminuyen y desaparecen por completo.

Algunos de los efectos secundarios comunes en los primeros días de tratamiento incluyen náuseas o ardor digestivo, molestias de barriga o dolores de cabeza. Si suceden, suelen ser tolerables, pasajeros y de escasa duración.

Como efecto secundario que puede ocurrir a medio plazo destaca la interferencia a nivel sexual, pudiendo disminuir la líbido y dificultar/retrasar el orgasmo, o la interferencia a nivel de apetito, pudiendo aumentar el peso o en caso muy concretos disminuirlo.

Es recomendable comentar con el médico cualquier preocupación sobre los efectos secundarios con la persona que receta el tratamiento ya que existen diferentes tipos de antidepresivos y ajustes que pueden hacerse para minimizar los efectos secundarios y mejorar la tolerabilidad.

Para mitigar estos síntomas, se aconseja:

- Tomar el medicamento con alimentos para reducir la irritación estomacal.

- Fraccionar la dosis a lo largo del día, si el médico lo considera apropiado.

- Mantenerse hidratado.

- Adoptar una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico regularmente.

- Establecer una rutina de sueño y evitar pantallas antes de acostarse para mejorar la calidad del descanso.

- Consultar con el médico la posibilidad de ajustar la hora de administración del medicamento. Es recomendable tomar el tratamiento siempre a la misma hora.

El tratamiento mínimo se recomienda que sea entre seis y ocho meses.

Estos fármacos no producen dependencia ni tolerancia, a diferencia de los ansiolíticos.

Sin embargo, es recomendable introducir y retirar progresivamente y despacio para permitir que el cuerpo se adapte y no haya sensaciones molestas de adaptación (estas pueden ocurrir tanto al iniciar como en las bajadas y retirada).

Pau Camell

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