El cuerpo me hace daño: ¿qué me pasa?
08/02/2024
Muchas veces se acude a terapia para acallar una expresión corporal molesta. Por ejemplo; ansiedad que deriva en fobias, consumo dañino de sustancias, una alimentación desajustada, insomnio, abatimiento y un largo etc.
¿Qué nos está pasando?
En diferentes etapas de la vida aparecen situaciones nuevas (rupturas o inicios de pareja, inicios o finales laborales, un diagnóstico de salud comprometido…) y responsabilidades (independizarse, mudanzas, cambios económicos) que por su novedad o intensidad emocional pueden desestabilizarnos y es ahí, en esa explosión de incertidumbre, cuando nos sentimos perdidos.
La capacidad de tolerar este estrés dependerá del aprendizaje emocional que hayamos adquirido a lo largo de nuestra vida.
¿En qué consiste este aprendizaje?
Desde pequeños aprendemos a percibir el entorno, los otros y a nosotros mismos de una manera que podemos ir ampliando o por el contrario; cristalizando y cayendo en su rigidez.
En función de estas “gafas” nos sentiremos con confianza para afrontar las incertezas de la vida: confiando en nuestra capacidad y la compañía de quienes nos rodean o por el contrario, nos sentiremos inseguros y no esperaremos nada de nadie, nos cerraremos en nosotros mismos o en el extremo contrario, solo esperaremos ser atendidos como si no pudiéramos hacer nada por nuestra cuenta.
De estas sensaciones corporales, se derivarán hábitos y comportamientos que repetiremos creando y reforzando nuestro propio guion: lo que pensamos de nosotros mismos, de los otros y del mundo. Y es desde ahí, des de estas creencias, que podemos quedar atrapados en hábitos que desembocan en resultados o síntomas. Una señal que nos indica que el guion o mapa con el que nos estamos orientando en la vida, no se ajusta a la realidad.
¿Es el síntoma el problema?
Solo parte de él. Y más como una consecuencia que como una causa. Así, comprender las experiencias vitales que han dado forma a nuestras sensaciones de seguridad/inseguridad y cómo estás después han conformado hábitos que nos mantienen en uno resultados insatisfactorios, puede aliviar el sufrimiento más que cualquier acción orientada a abolir el síntoma, callar el cuerpo y dejarnos en esa maraña de hábitos y creencias perjudiciales ahora, sin voz de alarma.
¿Qué puedo esperar de la terapia en este sentido?
Un espacio para poder pensar y así: conocer y responsabilizarte de las creencias que promueven tus hábitos y se manifiestan en conductas dañinas que comprometen tu salud.