LOS CELOS EN LA PAREJA
29/04/2021
Uno de los motivos de consulta habitual en la terapia individual o de pareja, son los conflictos en las relaciones afectivas generados por los celos. En la pareja, cuando esta emoción no se gestiona de forma adecuada, tiene un gran impacto emocional en los dos miembros y es una de las causas de importantes enfrentamientos que, en algunos casos, pueden llevar a la ruptura.
Los celos son una respuesta natural que, en algún momento de nuestra vida, hemos experimentado. En su dimensión biológica, están relacionados con la supervivencia debido a que dependemos de los demás para sobrevivir. Nos apegamos al otro de quien dependemos porque nos da seguridad. En la dimensión afectiva, tienen una función natural en la creación y mantenimiento del vínculo.
El origen de los celos es diverso:
- Miedo al abandono o al rechazo.
- Miedo a la soledad.
- No recibir atención por parte de la pareja.
- Baja autoestima e inseguridad.
- Estilo relacional basado en la dependencia emocional.
Cuando sentimos celos los síntomas y las manifestaciones pueden ser:
- Ansiedad.
- Miedo o pánico.
- Agresividad e irritabilidad.
- Tristeza y apatía.
- Trastornos del sueño o del hambre.
- Impulsividad.
- Estado de híper alerta o vigilancia.
- Sentimiento adverso de vulnerabilidad.
- Imagen negativa de uno mismo.
- Sentimiento de inseguridad.
- Sensación de pérdida de control.
- Desconfianza y recelo.
- Conductas y rituales de comprobación y control.
- Pensamientos obsesivos, recurrentes e intrusivos que ocupan la mayor parte del tiempo.
- Distorsiones cognitivas: la persona imagina situaciones y las vive como si fueran reales.
A menudo, la respuesta que recibe la persona que siente celos por parte de la pareja o las personas de su entorno no es la esperada, debido a que los celos son una emoción entendida como negativa, y siente que los demás no la comprenden. Por otro lado, las conductas de control sobre el otro dirigidas a disminuir la ansiedad producen el efecto contrario al deseado y activan, de nuevo, el miedo al abandono o la perdida.Estas manifestaciones pueden ser vividas con menor o mayor frecuencia e intensidad. Pueden aparecer de forma puntual y transitoria o pueden responder a un patrón de personalidad. En este sentido, deberemos diferenciar los celos que podemos considerar normales de los que constituyen un rasgo de la personalidad.Se convierte en un problema cuando interfiere de forma significativa en el día a día y genera un gran sufrimiento a la persona que siente celos y afecta a la dinámica afectiva de la pareja. Además, hay un intento reiterado de disminuir el sufrimiento, sin éxito.En estos casos es cuando es necesaria la ayuda por parte de un profesional.
- Disminuir el malestar y los síntomas psicológicos asociados: la ansiedad, depresión, etc.
- Aprender a detectar los celos para una mejor gestión de la emoción y minimizar las conductas de control.
- Comprender los estilos relacionales y vinculares de la persona.
- Detección y discriminación de qué es real de lo imaginario.
- Mejorar la autoestima.
- Fomentar la asertividad para poder expresar los sentimientos.
- Fomentar y mejorar la comunicación en la pareja.
En función de cada persona y pareja, se podrá orientar a una psicoterapia individual mientras que en otros casos será más indicada una psicoterapia de pareja.