Acabar con la ansiedad ante un examen

13/02/2018
Ansiedad, Autoestima

 

"No lo conseguiré", "voy a suspender", "no me acuerdo de nada", "nunca me sacaré la carrera". Son algunos de los mantras que más repiten los alumnos cuando se acerca la época de exámenes. La mayoría lidian bien con esos nervios en las evaluaciones, aprueben o no. En cambio, a algunos el estrés emocional les puede, y acaban padeciendo altos niveles de ansiedad.

La ansiedad es un estado en el que aparecen sentimientos de aprensión, incertidumbre y tensión por anticipar una amenaza real o imaginaria.

Son muchos los pensamientos que pueden desencadenar la ansiedad y la inestabilidad emocional de los estudiantes. Las preocupaciones por encontrar un empleo en el futuro, el temor a decepcionar a los padres, la subida del precio de la matrícula o el simple pensamiento de que todos los estudiantes del aula saben más que uno mismo. Un ambiente muy competitivo en clase y padres muy exigentes, que les piden a sus hijos más de lo que estos son capaces de conseguir, también son factores que pueden llevar a los estudiantes  a estar angustiados.

Recientes investigaciones sobre ciencias cognitivas y psicología están proporcionando una mejor comprensión sobre el binomio estrés y rendimiento. Se sabe que una ansiedad moderada puede mejorar nuestra productividad, pero que, en cambio, cuando es elevada y sostenida en el tiempo, puede abocar al fracaso.

La mayoría de personas que sienten ansiedad ante una prueba consiguen completarla, pero su capacidad para pensar y razonar de forma clara, para resolver los problemas,se ve reducida por su nerviosismo. La ansiedad dificulta el almacenamiento y la organización de la información.

En algunos casos, esa ansiedad continúa en la edad adulta. Suele provocarse en situaciones en que creemos que nos están evaluando. Por ejemplo, en una presentación, en una entrevista de trabajo o en una conferencia. Cuando esta emoción se prolonga mucho en el tiempo, puede llevar a una autoestima reducida.

Para tratar de prevenir y hacer frente a la ansiedad, hay una serie de técnicas que pueden ser de utilidad: ser positivo, no alterar el ritmo de sueño, planificar el ocio, hacer deporte o practicar ejercicios de relajación, son algunos ejemplos.

No son los acontecimientos los que generan ansiedad, sino la interpretación que se hace de ellos. Pensamientos negativos son los que generan lecturas erróneas de la realidad, que empeoren los síntomas físicos y hacen que el estudiante se paralice. Y si ¿enfocáramos el examen como un reto positivo? Algo que permite demostrar la valía y las capacidades de uno mismo.  Ver que ahora se entiendes algo que hace una semana no se sabía, ampliar la visión que uno tiene de las cosas. Podría ser una buena manera de empezar a controlar la ansiedad.

 

Equipo ATIA, psicología y psiquiatría Barcelona